Nº12 LAMED: EL VALOR DE UN HOLOCAUSTO

Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.  Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si  bien hicieres,  ¿no serás enaltecido? y si  no hicieres bien, el  pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. (Génesis 4:4-7) Esta es la enseñanza de las ofrendas de Caín y Abel que se corresponden con la letra LAMED que significa Aprender y Enseñar, Sacrificio y cuya forma es la de el humo de la ofrenda que se eleva al cielo (de hecho es la letra más alta del alefato sagrado). Caín era el Labrador, por eso presentó como ofrenda los productos de la tierra (el producto del Hombre, pues él la labró) y Abel el pastor de ovejas ofrendó animales (el producto de la Creación, de la Naturaleza) pero Dios quedó más conforme con Abel, porque él sacrificó lo mejor de su ganado, en tanto su hermano solo hizo su Labor. Luego el ser humano productor es herido, contrariado por Dios quien le hace saber que es el tiempo del Hombre que Crea, por tanto su deseo y producción dependerá de él, además esta herida le enseñará a entender que debe superarse constantemente (como un sacrificio) puesto que ahora el Hombre es dios de su propia Creación (la ayuda de Dios continuará pero de forma oculta, velada; primero debe aprender a ser dios). La Historia nos ha enseñado que el Holocausto judío, el pueblo de Dios, fue el Gran Sacrificio para la Humanidad puesto que hoy hemos salido del siglo de la Oscuridad (el siglo XX) y hemos ingresado a un estado general mucho más evolucionado, un gran salto cualitativo en muy poco tiempo y que solo un pueblo como el de Israel podía llevar a cabo.

SUPERAR EL INSTINTO
No basta con tener un deseo de saber más o simple curiosidad: el Hombre debe entrenar el deseo con la mente y el corazón para dar sus saltos evolutivos. Las grandes contrariedades de la vida, aquellas que detienen nuestro ritmo habitual, indican la necesidad del cambio brusco, aquello que vemos como un castigo y que en realidad es una oportunidad para ejercitar la capacidad de dominación o control del instinto en pos de nuevas metas. El instinto hace alusión a aquello que realizamos de manera automática por fuerza de la costumbre pues ya está suficientemente incorporado en nuestro entendimiento; un animal sabe por instinto que debe cazar o ya es tiempo de aparearse, una persona sabe lo que debe hacer para enfrentar una situación o crear algo; para salir de ese círculo repetitivo hay que superarse, actuar de un modo nuevo y más avanzado.

CORAZÓN
El órgano que nos mantiene con vida, la vida misma en el ser humano, el lugar donde se hospeda el alma para los sabios, el centro de la inteligencia emocional. LAMED habla de un músculo en movimiento constante (toda la vida) y a la vez del alma y la emoción, es decir la acción del aspecto emotivo que es la expresión del alma. Este mecanismo también debe ser entrenado y evolucionado, es el que nos llama a meditar, rezar y practicar la compasión hacia el prójimo. Si el corazón se detiene el Hombre muere; si el Hombre se detiene en su afán de mejorar y practicar el amor en cualquiera de sus formas (que siempre implica acción), el alma se muere. Se puede vivir sin amor o con la capacidad emocional reducida, pero eso afectará tarde o temprano a nuestro corazón físico pues sin pasiones ni emociones no hay movimiento ni vida verdadera.

KARMA
A ti será su deseo (el del pecado) y tú te enseñorearás de él (Genesis 4:7). Es una lección sobre lo que hoy llamamos Ley de Causa-Consecuencia o simplemente Karma. La importancia de este método o herramienta evolutiva radica en que así como nuestras malas acciones nos provocarán consecuencias indeseables, también tenemos capacidad de corrección. Y mejor aún, sabiendo esto podemos actuar para mejorar nuestra condición actual. Es una información muy valiosa.

EL PASADO
A diferencia del concepto Pasado-Futuro de la letra VAV, aquí lo importante es la reconciliación más que la lección del pasado sobre nuestra vida. Si el ser humano no tuviera la capacidad de perdonarse por los errores que cometió antes, le resutaria imposible avanzar por causa de una culpa infinita. No es lo mismo que olvidar (lo veremos luego con la letra MEM) que ya sería una etapa superada y asimilada, sino más bien el camino necesario hacia la superación. Porque primero debimos aprender las lecciones del pasado, saber discernir sobre el error y ahora es tiempo de aceptarlo como una anécdota de la vida que ya cumplió su función y debemos soltarla, sin negarla, reconociendo que aquello que hicimos también somos nosotros. Así podremos poner en práctica el perdón hacia los demás y evitar caer en las trampas y laberintos de la culpabilidad que, como LAMED indica, son formas de estancamiento.

ESTUDIO EN ACCIÓN
LAMED significa Aprender y también Movimiento, por eso cuando se refiere al estudio o investigación incluye una sincronicidad con la enseñanza y la acción. No es necesario (a veces poco práctico o frustrante) completar la etapa de aprendizaje para comenzar a hacer, después de todo la vida entera es una escuela y debemos ir practicando en el camino.Lo esencial es atender al objetivo tanto pedagógico como experimental del estudio. También supone el uso del corazón junto con la mente, tanto como inspiración para estudiar (aplicado en lo esotérico o trascendental) y sobre todo en la enseñanza y práctica cotidiana.

LA OFRENDA
La palabra que se usa para Ofrenda o Sacrificio en el Génesis es Menujá (singular) o Menujot (plural) y son las dos versiones que se usaron para las ofrendas de Caín y Abel respectivamente. La gran revelación de este versículo es que Menujá también significa Moderador y Menujot Inhibidor o Extinguidor; la raíz de ambas palabras es Menuj que significa Postura o Situación. Por lo tanto, la ofrenda aquí se refiere a la posición adoptada por Caín y Abel, donde el primero lo hizo para moderar o atenuar y el segundo para concluir definitivamente. El verdadero valor, el genuino sacrificio que uno hace solo representa un salto cualitativo si tiene como objeto poner fin a una situación (por eso Dios miró con agrado la ofrenda de Abel) y no cuando se trata solo de una maniobra de tipo discursivo para atenuar un conflicto sin tener que cambiar el problema de fondo. Por eso también se ha asociado a LAMED con la habilidad de dar vuelta las cosas, ya sea cambiar un discurso para convencer o escapar, o bien para generar nuevos puntos de vista; a la luz de esta revelación queda claro que el sentido es una crítica a la mentira encubierta o manipulación.