LOS 114 DICHOS DE JESÚS: N°1 AL N°7



Estos son los Dichos Secretos de Yeshúa el Viviente que fueron escritos por su discípulo Didimo Judas Tomas, también llamado El Gemelo, aquel quien puso el dedo en la llaga de Jesús para verificar si era el mismo que él vió morir en la cruz. Son los mejores textos hallados en Nag Hamadi (Egipto) y están datados entre el 40 al 60, muy contemporáneos al Yeshúa histórico. 
Están abiertos al entendimiento personal de cada uno, yo solo me he atrevido a hacer comentarios según lo que he visto y oído en mis estudios. No es religión: es Mensaje y Conocimiento (Gnosis)

N°1. Y él dice: Quien encuentre la interpretación de estos dichos, no saboreará la muerte.
Así como el Génesis da comienzo a toda la Torah usando la palabra Creó (En el Principio Dios Creó), los Dichos de Yesúa utiliza la palabra (Dichos) pues Jesús es mensaje y Dios es creación. Además es el Hijo del Hombre, por lo tanto todas sus declaraciones hacen a un lado las explicaciones sobre el funcionamiento de las cosas (energías, el tiempo, la naturaleza o el universo) y se concentra en la existencia humana. Yeshúa habla y quien le escuche tendrá sabiduría y comprensión, autoconocimiento y apertura de consciencia (no saboreará la muerte). Todos los dichos están en tiempo presente, es decir, tienen validez para todas las épocas.


N°2. Yeshúa dice: Que quien busca no deje de buscar hasta que encuentre y cuando encuentre se turbará y cuando haya sido turbado se maravillará y reinará sobre todo y hallará el reposo.
Este es el camino natural del autoconocimiento, de la sabiduría de la vida y la apertura de la consciencia: no dejar de buscar, ir hasta el final (aunque siempre se abrirán nuevos interrogantes, pues la expansión del entendimiento es infinita), momentos de perturbación por las respuestas obtenidas o de desánimo ante la aparente falta de ellas (son meros descansos mentales o anímicos, o  bien un recuerdo de que la vida no debe dejarse de lado por el estudio); cuando supere la desorientación u obstáculos se percibe la iluminación, momentos de plenitud y consciencia (pues lo que se entiende profundamente queda arraigado), entonces habrá entendido también el mecanismo de lo esotérico revelado, el guion de las anécdotas que componen nuestra vida y de ahora en más le resultará más sencillo hallar respuestas a las nuevas preguntas. Y este es el reposo, la paz de espíritu que es la esencia misma de toda felicidad humana.

N°3. Yeshúa dice: Si aquéllos que os guían os dijeran, «¡He aquí, la soberanía está en el cielo!», entonces los pájaros del cielo os precederían. Si os dijeran, «¡Está en el mar!», entonces los peces del mar os precederían. Más bien, la soberanía de Dios existe dentro de vosotros y existe fuera de vosotros. Quienes llegan a conocerse a sí mismos la hallarán y cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, sabréis que sois los Hijos del Padre viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis empobrecidos y sois la pobreza.
Mientras el Ser Humano continúe creyendo que la Verdad está fuera de sí mismo, que las fuentes o energías que movilizan su vida escapan de su control (por ser fuerzas externas) difícilmente conseguirá entender el concepto de Dios y elevarse por encima de sus propias limitaciones. La posición idolátrica promovida por todas las religiones (en especial por las abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islam) convierten al Hombre en un títere incapacitado de manejar su destino y evolucionar a otros estados de consciencia. Ser los herederos naturales de  la consciencia universal (Hijos del Padre viviente, un Dios de y para la Vida) es el gran giro de la doctrina de Yeshúa que recoge lo mejor del conocimiento oriental y lo restaura para beneficio de toda la Humanidad.

N°4. Yeshúa dice: La persona mayor en días no vacilará en preguntar a un niño de siete días sobre el lugar de la vida y vivirá. Pues muchos que son primeros serán los últimos y los últimos primeros, y se convertirán en una sola unidad.
Esta declaración es absolutamente esotérica porque hace referencia a los siete días de la Creación del Génesis pero en su interpretación más profunda y no en cuanto a la anecdótica o exotérica. Por ahora diremos que aquel conocimiento que se entregó al Ser Humano en el comienzo de los tiempos es el mismo que se está revelando hoy y a la luz de las enseñanzas de Jesús: una explicación sobre lo que significa ser Humano (el lugar de la vida); y también sobre el objetivo de toda esta gnosis o autoconocimiento: entender que todos formamos parte de una misma raíz o destino pues somos esencialmente parte de la totalidad, semejantes al Creador (se convertirán en una sola unidad). Para ampliar más sobre el análisis esotérico de los siete días de la Creación se recomienda leer El Génesis de las Letras.


N°5. Yeshúa dice: Conoce tú a Él enfrente de tu rostro y lo que se esconde de ti se te revelará. Pues no hay nada escondido que no será manifiesto, y nada enterrado que no será levantado.
El Otro, el prójimo puede revelar aquello de nuestra personalidad que no podemos o no queremos descubrir. Por eso Dios está en los demás, el conocimiento del ser humano que es común a todos (Él enfrente de tu rostro). Y en la medida en que seamos capaces de apreciar todo el coro de virtudes y desaciertos inherentes a nuestra existencia (incluso a través de esos espejos que son los demás) menos necesidad habrá de experimentar todas las posibilidades pues nuestro entendimiento solo recurre a la anécdota cuando no es capaz de asimilar un concepto. Mientras tengamos ojos y corazón para lo que nos separa, las lecciones sobre la Unidad se sucederán continuamente.


N°6. Sus discípulos le preguntan, le dicen: ¿Cómo quieres que ayunemos y cómo oraremos? ¿Y cómo daremos limosna y qué dieta mantendremos?. Yeshúa dice: No mintáis y no practiquéis lo que odiáis porque todo se revela delante del rostro del cielo. Pues no hay nada oculto que no será manifiesto y no hay nada cubierto que quedará sin ser destapado.
Es todo un alegato contra la hipocresía, la superficialidad y la idolatría: refugiarse en los  cultos, las religiones (y su poder de limitar  la acción del Hombre) es un absoluto despropósito. Porque tarde o temprano (como ocurre en la época actual) todo lo oculto y secreto (esotérico) se acaba revelando,  como las mentiras y sus patas cortas, pues ya nadie puede decir que fue engañado en su inocencia: sabemos reconocer por nosotros mismos lo bueno y lo malo, la edad de la inocencia hace tiempo terminó y ya de nada vale pretender escudarnos en la ignorancia. Nadie más nos engaña sino nosotros mismos; es tiempo de hacerse responsables.


N°7. Yeshúa dice: Bendito sea el león que el humano come, y el león se convertirá en humano. Y maldito sea el humano a quien el león come, y el humano se convertirá en león.
La palabra clave es León y su relación con el Ser Humano. León se escribe ארי y se relaciona con la palabra que significa Vendimia y Recoger o Recolección. Cuando el Ser Humano labora o construye su vida, el alimento de subsistencia (lo recolectado) pasa a formar parte del universo del Hombre pues ha domesticado los aspectos materiales para su beneficio ( en este caso, la alimentación que le mantiene con vida). Pero cuando la producción material se come al Hombre, cuando acaba siendo el objetivo y la fuente de deseo (por tanto, motor de vida) el Ser Humano pierde las capacidades que lo elevan por encima de la naturaleza, pierde consciencia y su vida gira en torno a la satisfacción del deseo material (permanente, insaciable).


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