Nº1 ALEF: DEL VACÍO AL LÍMITE INFINITO




Es la primera letra del alefato hebreo y en sus formas ya se anuncian los principales postulados: Algo de Nada. En nuestro mundo físico, todas las cosas, ideas o hechos por más novedosos y revolucionarios que puedan aparentar ser, siempre tienen una raíz previa: es Algo de Algo. Entonces lo que aquí tenemos con ALEF es el principio de todo principio, la raíz de las raíces. Cuando completamos la figura de su diseño hallamos el símbolo del Vacío, un círculo atravesado en forma oblicua por una línea. Es una línea de división entre dos tensiones o fuerzas gracias a las cuales la línea recta se pone en movimiento, es cuando obtenemos una primera manifestación, ese movimiento original que comienza darle curso a la vida, a la creación de todo lo que existe o puede existir. Por esto mismo se la define a la ALEF como Voluntad, el primer movimiento hacia la existencia de algo. Es el comienzo del Tiempo y también de las restricciones o límites temporales primero y luego espaciales, imprescindibles para la materialización.

BUEY
Este es un animal de trabajo, cumple con su rol de arrastrar el arado o una carga sin saber la razón de lo que hace pero sin que ello le impida hacer su Labor. Tiene Fe suficiente para no cuestionarse, sigue un patrón de conducta acorde a sus habilidades y disposiciones anímicas, es decir que posee consciencia de lo que sí puede hacer y lo lleva adelante con determinación. Ignora cuáles son los fundamentos de su Fe (a veces ni siquiera está seguro de tener alguna Fe) pero dentro de sí hay un motor de vida en funcionamiento que le pone en marcha constantemente. Es el Hombre que no sabe que sabe, es la vida misma en acción o la vida a través de la acción; sin su movimiento nada sucedería. Desde afuera lo asociarán con Voluntad. Desde adentro es Hacer lo que se Debe. Ahora bien, el exceso de confianza o la aceptación plena de estar haciendo lo único posible, puede llevar a una estrechez de miras o falta de consideración por el entorno.

MIL
Se ha dicho que Todo es Uno, por lo tanto la inmensidad inconcebible del Todo solo puede comprenderse a través de la multiplicidad que lo conforma. Ser uno entre mil, o uno en la multitud indiferenciada, sin clasificaciones racionales ni etiquetas muy definidas nos brinda la capacidad de igualar, ver todo lo que nos rodea como parte de una misma esencia, porque en la multitud no hay diferencias substanciales, por el contrario, las cosas y eventos se parecen. Visto así, hay una norma o sistema que es generalizado, común a todos. Surge entonces la reacción ante cualquier tipo de injusticia pues la ausencia de igualdad no es una opción, la naturaleza es una sola y todo aquello que atente contra esta concepción es rechazado de plano. El aspecto negativo sería creer que un acto aislado no afecta a la totalidad, o bien que si todo es casi nada entonces no hay valoración, todo da lo mismo o nada importa demasiado.

MAESTRO
Quien da el primer paso es un descubridor permanente de la realidad. Esto lo induce a querer compartir su nueva experiencia con los que vienen atrás, por lo tanto siempre sentirá la necesidad de comunicar sus descubrimientos. Es el que prepara el camino para los que siguen, allana el terreno de acuerdo a su experiencia. Esto también se convierte en la fuente que lo mantiene en activo pues intuye que a la vuelta del camino le espera una sorpresa. Como la Sabiduría precisa de una distinción entre lo importante de lo secundario, las enseñanzas de este maestro pueden ser contradictorias en ocasiones, excesivas en otras, al menos hasta que adquiera la capacidad de discernir entre lo aparente y lo profundo. Sin embargo su Labor es indispensable pues alguien debe dar también el primer paso en la enseñanza, así como todo camino de comprensión necesita de un comienzo. Nada como el ALEF se entrega en la tarea de avisar y dar los consejos básicos de supervivencia, primeras lecturas de realidad y entendimiento general.

UNIDAD
El Uno hace su presencia en esta primera letra a través de la unificación, unión unidad... que es ni más ni menos que la vía más lógica y natural: que Todo sea Uno. Familia, pareja, hijos, descendencia, dejar algo. Es el principio de creación, de multiplicación. Ese principio inherente a ALEF se manifiesta en la búsqueda y predisposición para unirse, ser parte de algo que una, establecer contactos permanentemente. Es el lazo de unión en todos los ámbitos. En contrapartida, lo aleja de sí mismo, del autoconocimiento. Pero sin esta fuerza de equilibrio, un ALEF sería un ser egocéntrico.

ALIENTO
El soplo de vida se expresa aquí como impulso. Como su palabra lo indica, es quien alienta la concreción de un proyecto o idea, la estimula y la lleva a la práctica. Toda idea o pensamiento debe pasar al terreno de la acción para convertirse en una realidad y no muera como simple anhelo, por eso es tan importante la motivación que ejerce ALEF para impulsar los eventos que a su vez impulsan algún tipo de conocimiento o sabiduría posterior. Es el gran motivador, para sí mismo y para el entorno. Incluso está más próximo del cimiento que de la construcción misma, pues su actitud no siempre va de la mano con sus habilidades, pero lo compensa instando a otros actores a realizar lo que él mismo está impedido de hacer. No debe medirse por sus logros para no sufrir una crisis que es mentirosa, pues la importancia de su aliento en las construcciones es indispensable.

PLANO MENTAL
La imaginación, la filosofía, las grandes ideas. Es lo mental por excelencia. Creatividad de toda índole desde lo artístico hasta lo científico. Pero no se debe confundir imaginación con puros ideales o ensueños, pues siempre hay una motivación práctica, el objetivo de ver realizada la obra de la manera que fuera, o bien la investigación que arroje una explicación certera y definitiva. Muchas veces el anhelo o motivación será más grande que la posibilidad de realización, dependiendo de las condiciones intelectuales o materiales. Una vez más, la capacidad de asociación de ALEF deberá ser puesta en práctica.

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