Nº4 LA PRIMERA SEÑAL DIVINA PARA EL HOMBRE (DALET)




En el día cuatro de la cuarta letra, Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años (...) Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Por eso el diseño de la DALET marca el límite superior (Cielo) y la conexión o iluminación hacia la tierra. Se ha dicho que con esta dimensión el mundo independiente inferior tal como vimos con GUIMEL se mantiene unido a las fuerzas que lo han creado y nace así cierto sentido de pertenencia y casi dependencia con lo superior. Las lumbreras son el sello de la dimensión que envuelve y protege a la Tierra, un recordatorio permanente sobre el lugar que ocupa el Hombre en la Composición universal. A partir de allí se asocia DALET con la humildad ante la magnificencia de la Creación.

RECEPCIÓN
Aprender a recibir es tener la humildad suficiente para pedir ayuda a los demás. Por eso el saber recibir está tan ligado a la humildad y ponerle un freno a la soberbia. DALET significa Pobreza y de allí nos llega esta concepción sobre la humildad. El único peligro es convertir o confundir humildad con humillación, que es la negación de uno mismo, sellar un destino de inferioridad definitivo. La humildad nos permite recibir la bondad de los demás, disminuye la potencia del Ego que lleva a la soberbia (la cual es fuente de los principales disgustos humanos) y abre la puerta hacia conexiones espirituales o superiores.

PUERTA
Muchos que poseen grandes virtudes llegan hasta la entrada y allí se detienen. Es otro ejercicio de domesticación del Ego, no dar el paso definitivo por temor a estar insuficientemente preparado para ello. Generalmente uno desea trasponer la puerta del éxito con premura, sin embargo cuando la humildad de espíritu es fuerte siempre aparecerá la auto-censura, la duda sobre uno mismo. Es muy importante ser capaz de realizar estas evaluaciones internas, saber discernir si es o no el momento apropiado. El objetivo debe quedar claro: no se trata de una situación de permanente indecisión que nos impida progresar, sólo la capacidad de mantener el Ego bajo vigilancia y aprender a reconocer cuando estamos listos para atravesar el umbral (sea cual fuere) evitando errores a futuro de grave consecuencia para uno y los demás. No es fácil, muchos pueden caer en la indecisión.

ELEVARSE
Quienes han visto la esquina superior de DALET solo anhelan elevarse, su sentido de pertenencia absoluta a este mundo ha terminado. En este punto todo lo mundano pasa a un segundo plano, los deseos son estrictamente espirituales y un gran trabajo de trascendencia es iniciado. Es la Fe la que guía al Hombre, pero una fe ligada a la sumisión, la creencia en que todo está en manos del Creador y casi nada depende de uno mismo. Puede resultar un buen comienzo, un comienzo a veces inevitable con relación a ese despertar, pero solo resultará fructífero y le será de provecho cuando aprenda que su papel en este mundo es ineludible, que el Hombre existe en este contexto para edificar (con cimientos superiores) una nueva y perfecta existencia terrenal.

MISERICORDIA
Cuando uno ha comprendido la Misericordia divina está listo para actuar compasivamente con los demás, incluso con los juicios que ha hecho sobre sí mismo. Ya no se trata de sumisión a lo Superior que todo lo controla, sino apreciar la manera en que el entendimiento y la sabiduría que va formándose en uno es resultado de una Voluntad superior que se manifiesta de manera velada para que el Hombre se fortalezca y siga su camino sin tener consciencia plena de haber sido ayudado externamente, pues si tuviera tal certeza, la humanidad caería en un estado de pasividad indefinida. Nosotros podemos ejercer (o intentarlo) ese mismo método en los demás a través de la compasión.
Pues la Compasión es hermana del Olvido y el Perdón, y tales cualidades al ser practicadas son un un reflejo de lo Superior. En otras palabras, así podemos ser más semejantes al Creador, así empezamos a comportarnos y a sentir como seres divinos.

DISCIPLINA
No nacemos perfectos pero tenemos la capacidad de perfeccionarnos. Para ello hace falta auto-control, ordenar los pensamientos y actos, mantener una especie de vigilancia permanente sobre el Ego y atención. El poder de los deseos es tan fuerte que una vez que le dejamos tomar el control de nuestra vida solo existimos para satisfacerlos; y la satisfacción de los deseos en un imposible, siempre estaremos en deuda y las frustraciones comenzarán a ser las únicas batallas que estaremos librando en este mundo. Por eso hay que contener el poder del Ego, y solo lo lograremos mediante la auto-disciplina.

EQUILIBRIO MENTAL
Es de suma importancia en esta etapa DALET armonizar el conocimiento o revelación superior que se ha manifestado en nuestra vida, con los eventos y leyes de nuestro mundo. Porque el objetivo es la Tierra y no el Cielo. El Cielo ya existe y no necesita ser perfeccionado, sino que esta vida terrenal es la nueva alternativa de la Expansión Creadora y nuestra Labor es desarrollarla aquí y ahora. Por eso hay que prestar especial atención al momento de pretender vivir fuera de este mundo (por más bienintencionado que ello pueda ser) porque nunca debemos perder de vista nuestra pertenencia terrenal: la Sabiduría, el entendimiento y las revelaciones espirituales que experimentemos deben aplicarse en el aquí y ahora. De otro modo nos desequilibramos mentalmente, se pierde el sentido de ubicación y perspectiva y en lugar de sabios nos convertimos en locos.

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